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lunes, 15 de febrero de 2010

Johny cogió su fusil (Johny Got His Gun)

Johny cogió su fusil (1971)

Tras ser gravemente herido en el frente por un proyectil de artillería, el soldado Joseph Bonham (Timothy Bottoms) es trasladado a un hospital de campaña. Pese a haber sobrevivido a la explosión, Joe ha quedado terriblemente mutilado y aparentemente en estado vegetativo, por que los médicos deciden usarlo como un caso de estudio clínico vivo, sin saber que aun es consciente de lo que ocurre a su alrededor. Ya en el hospital de retaguardia, Joe rememorará su vida anterior a la guerra, a la vez que experimentará la angustia de ser prácticamente un muerto en vida.

En 1939, el guionista y escritor norteamericano de ideología comunista, Dalton Trumbo escribió una novela de temática antibelicista, basada en un hecho real acaecido en la I GM, titulada Johny got his gun que suponía una feroz y ácida crítica al militarismo que había conducido a las potencias mundiales a enfrentarse en la Gran Guerra. Tres décadas después, tras haber sufrido durante varios años la persecución de “La Caza de brujas” del senador McCarthy, y haber sido proscrito en Hollywood por causa de su ideología comunista, Trumbo decidió llevar al cine la adaptación de su propia novela. En un principio Trumbo consideró la opción de confiar en el español Luis Buñuel para dirigirla, pero finalmente decidió encargarse él mismo de la dirección del film. Al final la participación de Buñuel se redujo a su colaboración, de forma no acreditada, en el diseño visual de algunas de las escenas de contenido onírico del film.

Entrando a valorar la calidad de este, la verdad es que me parece una película irregular y que no ha envejecido del todo bien. Lo mejor de la película radica en su sobrecogedor arranque, que nos cuenta, sin mostrarlo explícitamente, las terribles heridas sufridas por el protagonista, su agobiante recuperación de la consciencia y como cae en la cuenta del horror que le produce su incomunicación con el mundo exterior. Sin embargo, tras ese contundente arranque, por momentos estremecedor, la película pierde pulso al derivar en varios flashbacks un tanto insustanciales, que a su vez son aderezados con una serie de pretenciosas escenas oníricas demasiado efectistas para mi gusto, y que en su mayor parte aportan poco a la historia.

Lo mejor del film son, de lejos, las escenas que transcurren en el hospital y en las que el protagonista reflexiona sobre el horror de la guerra, la dignidad de la vida humana, la eutanasia…etc. En el resto de escenas que se desarrollan en la época anterior a la guerra, eché en falta algo más de concisión narrativa y precisión en los diálogos, porque la verdad es que son escenas que resultan más bien reiterativas e incluso insípidas en algunos momentos. Es una pena que no se pulieran más esos aspectos del guión porque entonces sí que podría haberse conseguido una auténtica obra maestra antibelicista.

Vista en retrospectiva no puede negarse que “Johny cogió su fusil” fue una película rompedora, pero también con un importante componente coyuntural, marcado por el fuerte sentimiento antibelicista que surgió en la sociedad norteamericana de la época, como reacción colectiva frente a los horrores del conflicto de Vietnam. Pese a que aun hoy dia sigue resultando una película impactante, y pese a que su visionado mueve a la reflexión, en conjunto me parece que estuvo en su momento un tanto sobrevalorada y dista mucho de ser redonda. En cualquier caso, hay que reconocer que es uno de esos films que hay que ver al menos una vez.

Calificación: 6,5/10

lunes, 1 de febrero de 2010

La Batalla de Passchendaele (Passchendaele)

La Batalla de Passchendaele (2008)

Tras resultar herido en combate tratando de salvar a sus compañeros el sargento Michael Dunne (Paul Gross) del Cuerpo Expedicionario Canadiense, es enviado de vuelta a Canadá para recuperarse de sus heridas. En el hospital conocerá a la atractiva enfermera canadiense de origen alemán Sarah Mann, cuyo padre resulta haber muerto en acción combatiendo contra los canadienses en las filas del ejército del Kaiser. Después de evitar que el hermano de Sarah, David, enfermo de asma, sea enviado al frente, Dunne inicia un romance con la enfermera, romance que se verá truncado por los deseos de David de combatir en Europa y por el odio que despierta el origen alemán de Sarah entre la población local.

El título de la película podría inducir a pensar que se trata de un relato sobre la cruenta Batalla de Passchendaele (o tercera batalla de Ypres), una de las ofensivas aliadas más costosas en vidas humanas -e inútiles en cuanto a sus resultados militares- de la I GM. No en vano, la batalla, que se prolongó a lo largo de cuatro meses de 1917, se cobró la cantidad de 300.000 bajas, siendo 16.000 de ellas canadienses para lograr unas mínimas ganancias territoriales. Sin embargo, la película no pretende describir los aspectos militares de la batalla, sino que por el contrario, la usa como mero telón de fondo para dar paso a una historia personal con un claro mensaje antibelicista.

La película, que ha supuesto un record en cuanto a presupuesto para el cine canadiense (21 millones de dolares) ha sido posible en gran medida gracias al empeño personal del actor canadiense Paul Gross quien se encargó de escribir el guión del film, de dirigirlo, y de interpretar el papel protagonista del Sargento Dunne. Al parecer, Gross se inspiró en la figura de su abuelo, que combatió realmente en la I GM, para crear el personaje de la película. Entrando a valorar el film, he de decir que me esperaba bastante más de él. Las escenas bélicas, concentradas en la parte final de la historia, son bastante buenas y realistas, amén de estár bien filmadas, pero en general resultan insustanciales. Y ello es gran medida porque hasta llegar a esos veinte minutos de acción finales hay que aguantar casi hora y media de una parte discursiva que a todas luces se alarga demasiado. Se nota que el director tenía muy presente la necesidad de reforzar el mensaje antibélico del film, porque este empapa prácticamente cada fotograma de la pelicula.

El problema es que, a fuerza de insertar escenas para críticar la guerra, esta crítica se hace excesivamente reiterativa y, en última instancia, aburrida. Además se introducen los inevitables (y aburridos) interludios románticos de rigor, centrados en la relación del Dunne con la enfermera, plagados de diálogos pretendidamente profundos y un tanto pastelosos. En ese aspecto la película cae en un excesivo desarrollo argumental de la parte de la trama que transcurre en Canadá, lo cual redunda en un inevitable acortamiento de la parte final de acción bélica, que al final resulta un tanto insustancial por descontextualizada. Tampoco puede decirse que las actuaciones de los actores, (quitando la de Paul Gross, que es de lejos la más inspirada), brillen con luz propia, de forma que al final uno se queda con la sensación de que está ante una historia ya vista con anterioridad, e incluso algo trillada. Y llama especialmente la atención los evidentes paralelismos que pueden establecerse con otra película antibélica ambientada en la I GM como “Gallipoli” de Peter Weir.

En cualquier caso hay que reconocer que por su excelente ambientación y capacidad de impacto de las escenas bélicas “La batalla de Passchendaele” merece al menos un visionado. Pero hay que concluir que es una pena que no se haya sacado un mayor partido al meritorio aspecto visual del film para construir una historia con un punto mayor de originalidad, y –sobre todo- de capacidad para emocionar. Al final se queda en un producto correcto, pero poco más.

Calificación: 5,5/10

Trailer de la Pelicula